Entrevista a Rodrigo Giadalah

Dueño del Hotel Lastarria y del increíble Luciano K nos comenta en qué se diferencia el turista chileno del extranjero y de las características esenciales que debe tener un hotel boutique.

 

¿Cómo comenzaste y porqué quisiste enfocarte en este rubro hotelero?

 

El 2004 con mi mejor amigo de la universidad, Benjamín Meilor, estábamos en Bellavista y comenzamos a mirar a todos los turistas que andaban en las calles y nos preguntamos dónde alojaban y qué lugares habían realmente para este nicho medio mochilero. De hecho, a nosotros nos encanta viajar y en otros países como Australia, Nueva Zelandia, Brasil hay muchos lugares como hostales o posadas para alojar. Por lo que nos decidimos e hicimos un estudio de mercado y no habían muchos  lugares, dijimos por qué no hacer uno y armamos Hostal Forestal, nos fue súper bien y quisimos ir por el segundo. Pero tanto mi socio como yo empezamos a escuchar sobre los hoteles boutique y cuando encontramos esta construcción (Hotel Lastarria) nos dimos cuenta que no podía ser un hostal, por lo que conseguimos más financiamiento y comenzamos con el proyecto, fue una época difícil (2008) de crisis económica, por lo que el 2010 empezó la construcción del proyecto y terminó en junio del 2011. Bueno y nuevamente tuvimos éxito. Producto de esto, como el 2012, empezamos a ver nuevas alternativas para hacer otro hotel y queríamos que fuera en Santiago e idealmente en el mismo barrio, ya que en otros países siempre la mejor ubicación es la que está en el centro de las ciudades y más aún este barrio que tiene todo un trasfondo de conservación histórica: tienes cerca la Plaza de Armas, hay museos, estás al lado del metro, buenos restaurantes, etc. Y lo que encontramos fue el edificio La Gárgola del arquitecto Luciano Kulczewski (por eso el nombre Luciano K), incorporamos a otro socio inversionista, así es que el 2013 compramos y terminamos a fines del 2015. 

 

¿Hablando del Luciano K. A qué crees que se debe su rápido reconocimiento en el circuito hotelero?

 

Primero es una propiedad que tiene mucha historia y cuento arquitectónico, partiendo por su propio arquitecto, y la visión de nosotros en este tipo de negocios que es rescatar las propiedades que tienen un gran potencial y están como medias abandonadas, recuperarlas y después hacer negocios. O sea nosotros restauramos y tratamos de recuperar la propiedad y tratamos de mantener las características más importantes que tenía. Y en el ámbito del diseño y arquitectura nos han elogiado mucho nuestro trabajo de restauración y recuperación del patrimonio.

 

¿A qué crees tú que se le puede atribuir el éxito del Hotel Lastarria?

 

La verdad es que fue el primer Hotel Boutique que abrió en este barrio, y el tercer hotel de este tipo en Santiago. El barrio es muy conocido dentro de un circuito de santiaguinos, pero la idea era que lo fuese a nivel turístico, eso lo logramos con la ayuda de los tour operadores, connotando las características de barrio cultural y artístico, con teatro al aire libre, museos y galerías, tiendas y un nutrido circuito gastronómico: Logramos nuestro objetivo y además posicionar el hotel fuera de Chile.

 

Por eso y porque rescatamos la propiedad y la restauramos respetando la historia y arquitectura de la propiedad, logramos captar el interés de revistas y páginas web especializadas, posiblemente las más importantes a nivel nacional e internacional.

 

¿Cuáles son las características que debe tener un hotel boutique?

 

Primero debe estar ubicado en un barrio histórico, si es en una ciudad por supuesto. Otro es que ojalá recupere una propiedad antigua y que no sea un hotel que partiste de cero. Y lo último, y más importante, es tener un servicio personalizado. Por ejemplo, cuando llegue la persona se le hable por el nombre y no por un número, que tengas más de un empleado por habitación y por supuesto tener un ambiente más familiar, pero sin dejar de lado la excelencia en el servicio y la preocupación por los detalles.

 

¿Crees tú que los turistas chilenos prefieren este tipo de hoteles?

 

La verdad es que nosotros tenemos como un 90% de venta de extranjeros. Ahora también tenemos muchos chilenos que hacen lo que se llama la “escapada urbana”, en vez de irte a Valparaíso, te vienes al barrio Lastarria sales a comer, al cine, a ver una obra de teatro. Es como si fueras a otra ciudad, pero vienes a este barrio. De hecho, son en su mayoría personas de Santiago, que viven la experiencia de estar en este lugar tan atractivo. Además hay que considerar que el chileno está siendo cada vez más exigente en la calidad y el servicio, por lo que está dispuesto a pagar por este tipo de hoteles. En el fondo es lo que se está llevando a nivel internacional, de hecho los primeros lugares en trip advisor son los hoteles boutique, porque en el fondo lo que las personas quieren es servicio y que no les respondas “no”.

 

¿En qué se diferencia el turista chileno y el extranjero?

 

Y bueno el pasajero chileno no te está preguntando dónde está el mall, o dónde pueden comprar algo. En definitiva, viene a comer rico, a disfrutar de alguna obra. En cambio, el extranjero que viene por 2 o 3 días, quiere empaparse de todo, ellos necesitan saber donde están las mejores viñas, donde queda el mall, o los centros de ski y luego en la noche quiere descansar, al contrario del turista nacional que en la noche quiere disfrutar.

 

¿Es un valor agregado tener buenos restaurantes en tus hoteles?

 

Claro que sí, de hecho en Luciano K tenemos una terraza súper cool (que queremos se transforme en “la terraza de Santiago”) la cual además de tener una buena coctelería nos preocupamos mucho de que fuera acompañada de buena gastronomía. Siempre vamos innovando en los platos, viendo lo que gusta o lo que no tiene tanta acogida. Entonces finalmente tener buena comida y de calidad es un plus.

 

¿Consideras que las plataformas como Chileboutique de Travel Club ayudan al posicionamiento de la marca?

 

Estas plataformas son esenciales, ya que cada vez es más fácil para ti ver todo lo que hay en el mundo a través de internet. Además van generando comunicación, recordación y posicionamiento de la marca. Es fundamental que tú estés moviendo el hotel y nombrándolo en diferentes redes, ya que una leída de una persona puede significar una venta.

 

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